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martes, 10 de octubre de 2006

Priapo, nuestro Dios de la fertilidad (un poco de cultura)

Priapo era una divinidad de carácter obsceno, representado como un enano deforme, con un enorme falo en perpetua erección, símbolo de la fuerza fecundadora de la naturaleza. Los romanos solían colocar en sus jardines estatuas de Príapo, normalmente con la forma de toscas hermas de madera de higuera, manchadas de bermellón (de aquí que el dios fuese llamado ruber o rubicundus), con un enorme falo erecto, llevando fruta en su ropa y una hoz o una cornucopia en la mano. Su función era la de garantizar una abundante cosecha, pero también hacían las veces de espantapájaros. Príapo alejaba el mal de ojo y su estatua protegía las huertas de los ladrones. Como otras divinidades protectoras de las artes agrícolas, se le creía poseedor de poderes proféticos, y a veces se le menciona en plural.






PD: Nótese que en la última imagen, el falo de Priapo debe ser sostenido por hilos (como si fuera una marioenta), ya que evidentemente la sangre de su cuerpo no le alcanza para mantener erectil toda esa inmensidad.

PD2: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia... aunque ¿no les recuerda a nadie esta pequeña historia?

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